La Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) 2007, reveló que los dominicanos invierten en educación formal RD$1,424,550,209, mientras que destinan al vicio RD$1,316,035,666 al mes.

De acuerdo al estudio publicado recientemente por la Oficina Nacional de Estadística (ONE), en el país se consumen mensualmente RD$1,101,523,385 en bebidas alcohólicas, RD$214,354,250 en tabaco y RD$158,031 en la adquisición de estupefacientes, un dato subvaluado, debido a que la gente tiende a ocultar la información.

El estudio publicado en mayo, abarcó el Distrito Nacional y las 31 provincias que comprenden el territorio, con un tamaño de muestra de 9,600 viviendas.

Para el psiquiatra Cesar Mella, la importancia dada por los dominicanos a estas sustancias recreativas forma parte de un juego de evasión de la realidad. Consideró que “este comportamiento esta encerrado en un marco de desesperanza, subdesarrollo y estrechez económica que incentiva la violencia y el robo”.

Por otro lado, para el profesor de sociología Rafael “Cholo” Brenes, “la ausencia de políticas del Gobierno dirigidas a la educación mantiene al pueblo cautivo en la ignorancia”. El profesional de la conducta agregó que en el país se vive actualmente una “política de espalda a la cultura”.

La República Dominicana es uno de los países que menos inversión destina a la educación y ni siquiera cumple con la ley que dispone destinar un cuatro por ciento del PIB al sector.